Rumbo a Carthago seguramente será de los primeros eventos a los que puedas asistir con la cara al aire, porque ahora sabemos que el 20 de abril se elimina la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios cerrados.
Y lo cierto es que no va a cambiar gran cosa, porque las medidas que habíamos tomado “porsi”, las mantenemos, pero no porque nos obliguen, sino porque suman a este Encuentro.
La primera de todas: el aforo. Para que sea íntimo y especial, tenemos que ser poquitas personas. No depende de la pandemia, sino del alma de este Encuentro.
Por otro lado, si el tiempo acompaña, está previsto hacer el descanso en esta maravilla de terraza:
Por si no lo sabes, tanto el desayuno, como la merienda, están incluidos en la inscripción. Tendremos una hora entera para disfrutar de esas vistas con un café, comprar algún libro allí mismo, hacernos fotos…
Descanso y socialización sin prisas.
Por cierto, si haces tu inscripción antes del día 23 de abril, entrarás en el sorteo de un libro, de tu elección entre los que estén en el stand del Encuentro y tendrás la oportunidad de pedirle al maestro que te lo firme.